Arbitraje euro-árabe – entrevista a Bernardo Cremades
Bernardo Cremades, socio fundador de Cremades y Asociados y ex presidente de la Corte Española de Arbitraje, ha recibido recientemente el Premio al Mejor Árbitro en Litigios Euroárabes concedido por la Asociación Árabe de Arbitraje Internacional. En su dilatada carrera, de marcado carácter internacional, ha representado a la abogacía española en diversas instituciones internacionales. En esta entrevista, comenta algunos aspectos del arbitraje en disputas entre empresas árabes y europeas.
1. Es usted el primer abogado español que recibe este premio, ¿podría explicarnos brevemente su trayectoria como árbitro en disputas de carácter comercial entre empresarios europeos y árabes?
Desde hace mucho tiempo vengo ocupándome de problemas de arbitraje con países árabes. Quizá, uno de los primeros arbitrajes en que intervine como árbitro fue precisamente con un tema de Marruecos. Después, he intervenido en temas conocidos en materia de recursos naturales, especialmente Gas Natural, con Argelia y Qatar. He sido designado árbitro en numerosas ocasiones con diferentes países árabes, tanto en el marco de la Cámara de Comercio Internacional como en el Centro de Arbitraje de El Cairo. Mi actividad en materia de arbitraje con los países árabes ha tenido lugar, tanto en materia comercial internacional como en arbitraje de protección de inversiones.
2. En su opinión, ¿las empresas europeas y, en especial, las españolas recurren de forma habitual al arbitraje internacional para resolver conflictos comerciales en países árabes o existe poco conocimiento o confianza en este sistema?
Las empresas españolas y, sobretodo, las europeas recurren de forma habitual al arbitraje internacional para resolver conflictos en países árabes. El arbitraje constituye una fórmula internacional de solución de litigios. De esta forma, los conflictos se solucionan al margen de las peculiaridades de cada cultura o de cada forma de aplicar el derecho. En el tráfico mercantil internacional, también con países árabes, el arbitraje es una fórmula segura de solución de conflictos.
3. ¿Podría explicar brevemente, para aquellas empresas españolas con interés en comenzar proyectos en la región, ¿cuáles son los principales mecanismos y canales de arbitraje a los que pueden recurrir para resolver posibles problemas que puedan surgir en el desarrollo de estas actividades en países árabes?
Las empresas españolas deben informarse bien sobre las circunstancias en las que van a desarrollar sus actividades económicas o comerciales. Es muy aconsejable incluir en sus relaciones contractuales un sometimiento al arbitraje de una institución internacional acreditada.
4. ¿Ofrecería algún consejo en especial a la hora de firmar un contrato en estos países? ¿Cuáles considera que son los aspectos que generan más problemas y cómo se podrían prever las consecuencias de estos potenciales conflictos
Con razón se dice que un contrato internacional que no contenga cláusula de arbitraje es defectuoso. Por ello, es muy aconsejable adoptar alguna de la cláusula tipo que recomiendan las instituciones de arbitraje más acreditadas.
5. ¿Cree usted que sería posible crear una corte de arbitraje euro-árabe? En caso afirmativo, ¿cuáles serían los pasos a seguir para crearla?
Creo que sería muy conveniente crear esa corte de arbitraje euro-árabe. Tanto en los diferentes países europeos como árabes existe un gran interés por crear instituciones de arbitraje focalizadas en las relaciones euro-árabes. España puede y debe jugar un papel muy importante al respecto dada la simpatía y la credibilidad en la región a la cual nos estamos refiriendo. No se puede olvidar que muchos de los países del Golfo tienen un sistema jurídico continental introducido a través de los juristas egipcios. A pesar de la importancia de los despachos anglosajones, el derecho local aplicable es más próximo al nuestro que al sistema del “Common Law”.